[Ayer vi] Gracias por fumar

Hace un par de día estuve revisando los archivos de este blog con geniales resultados y me entraron muchas ganas de retomar una sección que disfrutaba tanto como la de "Ayer vi", ya que a lo largo de la semana veo muchísimas pelis. Hoy os traigo una de las pelis que más me ha sorprendido en mucho tiempo, Gracias por fumar (Thank you for smoking).

Gracias por fumar es la primera película del director Jason Rietman, hijo de Ivan Rietman, director/productor de multitud de comedias más o menos simpáticas del palo de la saga de los Cazafantasmas, las de Schwarzenegger y Danny de Vito (Junior y Los gemelos golpean dos veces) o Poli de Guardería. El hijo ha intentado tirar más por el mundo de los guiones, así que tras varios cortos y una modesta carrera como escritor en cine, series y programas de televisión vino Juno. Juno, protagonizada por la entonces debutante Ellen Page (la "arquitecta" de Inception), narra los derroteros de una joven estudiante de instituto que se queda embarazada. La peli, lejos de ser tonta o un cliché, es una encantadora comedia negra planteada desde el punto de vista de la protagonista, que ha decidido tener el niño. Tras Juno la carrera del tío este parece bien encaminada, gracias a cuatro nominaciones importantes a los Oscar (Película, Director, Guíon y Actriz Principal), de la que cayó la de Guión (aunque es de otra guionista). Ha hecho otra peli más, que no he visto, pero se añade a mi lista de directores vivos a seguir.

Ya os digo que Gracias por fumar es mejor que Juno, posiblemente por esa sinceridad que da el debutar, mientras que Juno es una peli que busca un poco, consciente o inconscientemente, agradar con su rollito "independiente", pelín artificial a veces. La peli se centra en la historia de Nick Naylor, encarnado por un Aaron Eckhart del que me he convertido en fan. Este señor, del que os sonará algo su cara pero no su nombre, tuvo una suerte que pocas veces tiene un actor, poder interpretar un papel realmente hecho a su perfectísima medida. Nick Naylor es un miembro del Lobby del Tabaco en Washington y su principal portavoz. Para los que no estén muy enterados en EEUU toda empresa, interés o poder que se precie tiene que tener representación en Washington bajo cualquier excusa, es lo que se conoce como los Grupos de Presión, organizaciones públicas y visibles con miembros públicos y visibles que seducen o presionan a los senadores, congresistas y la opinión pública en general para intentar obtener políticas favorables para el sector petrolero, los judíos o las víctimas de accidentes laborales. Si no tienes un spokeman en Washington no eres nadie. El lobby del tabaco, por ejemplo, sería el interesado en sacar adelante estudios que no encuentren una relación directa entre el fumar y el cáncer o presionar contra la aprobación de leyes más restrictivas contra la publicidad de cigarrillos, participando en las comisiones y en los debates y ofreciendo bajo cuerda a los senadores el puesto de vice presidente de algo para cuando termine la legislatura.

Es un mundo apasionante que da para muchos tipos de películas (los documentales de Michael Moore no dejan de sacar a la luz mierda al respecto) y en este caso tenemos una genial comedia negra, una sátira en toda regla. Nick Naylor "está al frente de una organización que mata a 1200 seres humanos cada día" pero, como se define a sí mismo, es "¿El tío que se liga a cualquier chica? Ese soy yo, colocado de crack". Nick Naylor es un maestro en el arte de la dialéctica, en el arte de ganar un debate, no de convencer a su contrincante, sino de convencer al público haciéndoles ver que su oponente no tiene razón. Su trabajo es un poco de mercenario, pero le apasiona, se gusta s si mismo, le gusta su poder y sabe que tiene unas habilidades que no podría utilizar de otra manera. A lo largo de la película vemos los esfuerzos de Nick por mantener la buena imagen del tabaco. Al mismo tiempo Nick, divorciado, tiene un hijo al que intenta llevar por el buen camino. El conflicto está en cómo ser un mercenario mercader de la muerte y, al mismo tiempo, intentar enseñar a tu hijo a ser algo bueno en esta vida. Todo esto aderezado con una periodista zorrona que intenta usar sus encantos para sacar jugosas informaciones.

La premisa os puede gustar más o menos, pero lo genial es cómo se desarrolla y los geniales secundarios que abarrotan la película, desde los mejores amigos de Nick y cofundadores del Escuadrón de la Muerte (representantes del lobby de las armas y de las bebidas alcohólicas), su jefe, el general (un gran empresario tabacalero del sur), su hijo (para el que el guión reserva geniales diálogos con su padre) y sobre todo el Senador Ortolan Finisterre, su prinicipal anatgonista, fundador de una comisión que quiere obligar a incluir una calavera en todas las cajetillas de tabaco. El único actor que no sólo no contribuye a este genial transforndo, sino que da pena, es Katie Holmes, que hace de la periodista "ambiciosa".

Los estúpidos de IMDB se piensan que esta es una película que trata sobre los argumentos pro y ant tabaco (o la libertad de elegir), pero realmente trata sobre la prueba moral que supone la paternidad y, sobre todo, es una reflexión sobre los lobbies y la manipulación de las masas y un homenaje a aquellos que saben hablar y convencer.

Totalmente recomendada, divertida y suave como la seda y, como dije, grandes personajes.